Desde su invención en el siglo VII, las monedas han tomado un papel importante en el movimiento de la historia universal. Su función de intercambio ha quedado impregnado hasta la sociedad actual, es por eso que seguimos manteniendo contacto con este objeto.
Unificación europea
Antes de la intervención del euro, el continente europeo decidió unificar sus divisas. Por consecuencia, en el año de 1865 un grupo de países llamados La Unión Monetaria Latina creó un acuerdo para unir sus monedas y aceptarlas en cualquier territorio.
Los países integrantes dentro de la Unión fueron Francia, Bélgica, Suiza e Italia. Despuès de la firma de este acuerdo, se podía ver distintos símbolos monetarios en cualquier territorio. Por ejemplo, se encontraban francos franceses en Italia y así sucesivamente.
Este acuerdo no duró un siglo ya que La Unión Monetaria Latina se disolvió en 1927, así desunificando la moneda europea e introduciendo el euro.
Dominación del mercado
Un día en el año de 1252 en la República de Florencia se forjó una moneda completamente de oro puro. Esta creación desató que demás territorios hicieran lo mismo.
Años más tarde, Venecia fue el segundo en acuñar su divisa llamándolo ducato. Tanto éste como el florín, moneda anteriormente dicha, eran hechas de oro y pesaban en su totalidad 3.5 gramos. A consecuencia de estas adquisiciones, las dos repúblicas comenzaron a dominar el mercado.
Sin embargo, por el rotundo éxito del florín y ducato empezaron a ser falsificados en varios lugares del continente, siendo sólo aceptado por comerciantes de ciudades alemanas de clase alta.
La mujer en la historia
Después de un gobierno del Estado Romano, las mujeres tomaron un lugar importante en la historia, siendo representadas en las monedas de la vieja Roma. En ese tiempo, la moneda no se utilizaba con un uso capitalista sino que se usaba a manera de propaganda, convirtiéndose en un símbolo poderoso.
En la cara de la moneda se encontraba el rostro del emperador en poder y el reverso se le dedicaba a alguna deidad. Ante la decadencia de la gran Roma, la divisa dejó de tener la cara del gobernante en ese momento, es por eso que la imagen de la mujer en los símbolos monetarios reforzó el concepto de dinastía y poder.
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