Cada objeto tiene una historia que no conocemos. Tocamos e interactuamos con materiales día a día sin saber de dónde provienen o sin preguntarnos quién era su antiguo propietario. Las piezas de joyería han sido tema de relevancia alrededor del globo, y en este artículo, te contamos su historia.
Diamante Taylor-Burton
Después de ocho años de su muerte, Elizabeth Taylor es conocida por su amor a la joyería, en especial a los diamantes. Estas alhajas son producto no sólo de la vanidad de la actriz sino del sentimentalismo por su esposo Richard Burton, quien le regaló varias de sus joyas más famosas.
En 1969, Burton compró en Cartier un diamante para su esposa. Primeramente se tenía pensado en que el diamante fuera parte de un anillo, sin embargo, por el tamaño de la joya, ésta se convirtió en un collar bautizado como Taylor-Burton.
Anillo de la Princesa Diana
En el mundo de la realeza, las joyas son un símbolo de amor y eternidad, ya que éstas jamás perecen.
Carlos de Gales, en el marco del compromiso con Lady Di en 1981, le regaló un anillo con un zafiro azul de gran tamaño de 18 quilates en su totalidad. Esta gema está rodeada de 14 diamantes y se encuentran montados sobre una argolla de oro blanco.
Tras la muerte de la princesa Diana, el anillo no fue vuelto a usar hasta el compromiso de su hijo Guillermo, quien usó el costosísimo anillo simbolizando la presencia de su madre el día de su boda.
La Corona Británica y su gama de alhajas
La Reina Isabel II utiliza su amplia variedad de joyerías para cada evento social al que acude. No obstante, la Reina tiene un cariño especial a un collar bautizado como Godman Necklace.
La anécdota cuenta que el collar fue un regalo por parte de las hermanas Dun Cann, que a su vez fue otorgado por su padre en 1890.
Al ser una pieza de joyería bastante cara, las hermanas Dun Cann decidieron conceder este collar a la realeza británica. En este entonces, Sir Francis Watson, topógrafo de Obras de la Reina de Arte, declaró que la alhaja no coincidía con la colección de la Reina.
Sin embargo, las hermanas insistieron en que la emperatriz lo conservara, acto que mantiene hasta la actualidad.
Huevos de Pascua de Fabergé
Los huevos de pascua Fabergé fueron considerados símbolo de riqueza en la antigua Rusia. Es por eso que por mucho tiempo fueron capricho de los zares.
Estos huevos de pascua están hechos con una mezcla de distintas piedras preciosas como el oro, plata, platino y con incrustaciones de zafiro, rubí, esmeraldas y diamantes. Esta pieza ovalada contenía dentro de ella otro huevo y dentro de ésta se encontraba la gallina de los huevos de oro con la corona real.
En el mundo sólo existen 61 ejemplares a pesar de que se crearon 69 huevos hechos por el orfebre Peter Carl Fabergé.
El exorbitante diamante de Catalina “La grande”
Siguiendo con la lista de las descomunales joyas rusas, en el quinto lugar se encuentra el enorme diamante de 200 quilates regalado a Catalina II.
Con el objetivo de reconquistar a la integrante de la realeza rusa, compró ese diamante de distintivas dimensiones el cual Catalina aceptó.
Por el gran tamaño de la piedra, La grande decidió que formara parte del Cetro Imperial elaborado en 1784.
Hoy en día, el diamante de Orlov reposa en el Cetro Imperial donde un águila reposa con las armas de Rusia.
Las joyas guardan cientos de anécdotas vividas a lo largo de la historia. No importa el autor o el dueño de la pieza, cada alhaja es única en forma, estilo, proporción y contexto. Casa Lony es una empresa dedicada a la compra oro y plata, es por eso que estamos comprometidos a que conozcas sobre el mundo de la joyería mediante datos curiosos que te puedan interesar.